Fumar aumenta el riesgo de pérdida auditiva

Por Óptica y Centro Auditivo Izamil

Varios estudios realizados en los últimos años ponen de manifiesto que el riesgo de sufrir problemas auditivos aumenta de manera proporcional a la cantidad y tiempo de exposición al humo del tabaco. Asimismo, los fumadores pasivos también se ven afectados y tienen más probabilidades que el resto de la población de desarrollar hipoacusia.

Cada vez son más los estudios científicos que corroboran la idea de que fumar pone en peligro nuestra salud auditiva. El más reciente ha sido realizado en Japón y concluye que aquellas personas que permanecen diez o más horas expuestas al humo del tabaco tienen hasta un 60% más de riesgo de sufrir pérdida auditiva.

Que fumar perjudica seriamente la salud es algo que ya nadie pone en duda. Sin embargo, a medida que avanzan las investigaciones sobre sus efectos en nuestro organismo, aparecen nuevas evidencias de que los daños van más allá de los órganos relacionados con esta práctica.

El último estudio en dar la voz de alarma ha sido elaborado en Japón y pone el foco de atención directamente en demostrar cómo el tabaco aumenta de forma considerable la posibilidad de perder audición. Las conclusiones de dicho estudio han sido publicadas en Nicotine & Tobacco Research. El equipo de técnicos que ha llevado a cabo la investigación ha analizado una muestra de 50.195 personas en el país nipón, con edades comprendidas entre los 20 y los 64 años, que no presentaban ningún tipo de pérdida auditiva al principio del estudio. Durante ocho años, los participantes fueron sometidos a controles anuales de salud que incluían pruebas audiométricas de tono puro y un cuestionario de estilo de vida.

A lo largo de todo el seguimiento, 3.532 personas desarrollaron pérdida auditiva de alta frecuencia y 1.575 la manifestaron de baja frecuencia. Los resultados por tanto, son reveladores: los fumadores tienen hasta un 60% más de probabilidad de pérdida auditiva frente a los no fumadores.

La investigación señala además que se registra una disminución del riesgo de hipoacusia una vez abandonado este hábito de consumo, incluso en el caso de aquellos exfumadores que llevan menos de 5 años sin fumar.

El autor principal del estudio, el Dr. Huanhuan Hu, del Centro Nacional Japonés de Salud y Medicina Global aclaraba que «Gracias al gran tamaño de la muestra de participantes, el largo período de seguimiento y la evaluación objetiva de la pérdida auditiva, nuestro estudio ofrece pruebas de peso que demuestran que el consumo de tabaco es un factor de riesgo de pérdida de audición independiente». Bajo esta premisa, Huanhuan Hu hace un llamamiento sobre «la necesidad del control del tabaco para prevenir o retrasar el desarrollo de la pérdida auditiva»

No obstante, otros estudios ya habían alertado sobre la relación existente entre el tabaco y la posibilidad de padecer hipoacusia, como el publicado en 1998 por el prestigioso Journal of the American Medical Association, en el que participaron más de 3.500 personas de entre 48 y 92 años.

Según este estudio, el 25,9 % de los fumadores en el grupo más joven (48-59 años) sufría pérdida de audición, en comparación con tan solo el 16,1 % de los no fumadores. El 22,7 % de los exfumadores sufría pérdida auditiva. Se observó la misma tendencia en el grupo de los más mayores. En esta ocasión también se advertía de otro riesgo asociado: el de ser fumador pasivo. Los resultados obtenidos llevaron a la conclusión de que las personas que convivían con un fumador tenían el doble de probabilidades de padecer sordera.

A esto se suma la creencia por parte de los expertos de que el humo del tabaco podría afectar al flujo sanguíneo en los pequeños vasos del oído, privándole de oxígeno y provocando una alteración en su funcionamiento. Se ha comprobado que los daños que causa el tabaco en la audición son distintos a los provocados por la exposición al ruido o la vejez.

Además, la American Cancer Society ha advertido de que la exposición al humo causa más de 750.000 infecciones de oído medio tan solo en Estados Unidos, algo que tiene igualmente una influencia directa en la buena salud aditiva.

Por último, otras investigaciones apuntan a que el tabaco también puede ser causa de acúfenos. El citado estudio de la American Medical Association ya revelaba que la posibilidad de desarrollar tinnitus es hasta cuatro veces más elevada en las personas que fuman diariamente, aunque sea poco, que en los no fumadores.

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